El Camino de Santiago desde Sagunto sale desde el monumento del mismo camino que hay en la Playa del Puerto de Sagunto, en la rotonda del Ancla.
Camino de Santiago desde Sagunto
El Camino de Santiago es un conjunto de rutas de peregrinación cristiana que convergen en la tumba de Santiago el Mayor en la catedral de Santiago de Compostela, España. Inicialmente, el término se refería al «Camino de Santiago francés», que se originaba en los Pirineos occidentales y cruzaba España hasta Galicia. Sin embargo, hoy en día, se usa para todas las rutas jacobeas.
Una de esas rutas empezaba en Sagunto. Según investigaciones al puerto de Sagunto llegaban peregrinos de todo el mediterráneo en barcos comerciantes para continuar su peregrinación a pie por la península ibérica.
Camino de Santiago en todas sus versiones
La tradición cuenta que Santiago fue uno de los apóstoles de Jesucristo y que sus restos fueron llevados a Hispania, donde se construyó la catedral de Santiago. Pronto se convirtió en un importante símbolo religioso y patrón del reino de Asturias. Durante la Edad Media, la peregrinación se popularizó debido a la creencia en la intercesión de Santiago ante Dios. La Iglesia y las autoridades apoyaron la infraestructura para alojar y asistir a los peregrinos.
A lo largo de su historia, el Camino de Santiago enfrentó crisis, pero se recuperó en la segunda mitad del siglo XX. Actualmente, atrae a peregrinos de todo el mundo, tanto por razones espirituales como lúdico-deportivas. Incluso la teología protestante ha aceptado la peregrinación, y hay diversas rutas en Europa que no terminan en Compostela.
El Caminito de Santiago desde Sagunto se une con el Francés en Burgos
El Camino originalmente comenzaba en Oviedo y luego se conectó con la ruta romana que cruzaba España. También hubo rutas desde Francia. Con el tiempo, muchas rutas se olvidaron o se convirtieron en carreteras, pero en las últimas décadas se restauraron y señalizaron senderos para los peregrinos.
El Camino de Santiago ha sido un punto de encuentro cultural y de intercambio en Europa desde la Edad Media y ha contribuido a una «conciencia común europea». Su valor histórico y cultural ha llevado a su reconocimiento internacional.